Como señalamos anteriormente, el ácido fosfórico se usa en multitud de bebidas gaseosas con el fin de dotar de acidez a estos refrescos. La Coca-Cola es una de las bebidas que cuenta con ácido fosfórico entre sus ingredientes, dotándola de un rasgo ácido sumamente característico. Este sabor combina con la gran cantidad de azúcar que contiene, creando un equilibrio que resulta muy atractivo para los miles de millones de consumidores de Coca-Cola que hay en el mundo entero.
Son muchos los estudiosos que culpan al ácido ortofosfórico de los efectos dañinos de la Coca-Cola sobre nuestra salud, sin embargo la acidez de este elemento químico es muy similar a la de la manzana, las cerezas o las fresas.
Diversos estudios han demostrado que el ácido fosfórico no es el que afecta negativamente a nuestro organismo y que en todo caso sería la gran cantidad de azúcar de esta bebida la que podría dañarnos.
De hecho, el ácido fosfórico contrarresta los efectos del azúcar, propiciando que podamos ingerir Coca-Cola en cantidades lógicas sin problemas para nuestra salud.
Otros estudios, no obstante, revelan que no es el nivel de acidez el problema sino la disminución del calcio en los huesos que produce el elemento químico del que estamos hablando en este artículo.
Existen diversas investigaciones que afirman que la debilidad ósea aumenta cuando la ingesta de Coca-Cola es elevada, sin embargo estos informes no son determinantes y se consideran insuficientes. S
in ir más lejos, estudios más recientes contradicen la tesis inicial y consideran que no hay relación alguna entre el ácido fosfórico y los niveles bajos de calcio. Sin embargo, estos informes son muchas veces encargados por grandes multinacionales como Coca-Cola y por tanto es difícil sacar conclusiones claras a favor o en contra de dichas tesis.
También en la cerveza
Efectivamente, el ácido fosfórico se usa también en la producción de cerveza en todo el mundo. Es fácil detectar su sabor ya que se trata de una de las bebidas con un nivel de acidez más alto, sin embargo, en este caso, el ácido ortofosfórico cumple una doble misión ya que aparte del toque ácido, su objetivo también es regular el ph de la cerveza, convirtiéndola en un producto con un sabor asequible para el ser humano.
Normalmente, el ácido fosfórico que se usa en este proceso contará con una reducción que en ocasiones alcanzará incluso el 5%, suficiente como para controlar la acidez de la cerveza pero poca como para que ocasione algún tipo de daño en nuestra salud. En cualquier caso, y al igual que sucede con la Coca-Cola, existen estudios que apuntan a que la acidez de este compuesto es dañina para nuestra salud y que puede ocasionar también daños en el sistema óseo. Sin embargo, para que estos efectos tuviesen lugar se debería consumir una cantidad ingente y concentrada de ácido fosfórico, algo que no sucede durante el proceso de elaboración de la cerveza.
Entonces, ¿el ácido fosfórico es perjudicial para el ser humano?
Como la mayoría de los compuestos químicos ácidos, el fosfórico es un elemento cuya exposición debe ser controlada. Puede irritar la piel, los ojos y las membranas mucosas de cualquier persona que se someta a un contacto intenso y continuado, por ello es recomendable usar mascarilla y guantes protectores cuando se haga uso de este producto.
Es preciso aclarar que no es aconsejable aplicar agua sobre una zona en la que el ácido fosfórico haya actuado en exceso ya que se trata de un elemento agresivo en contacto con el líquido elemento. Lo más recomendable es acudir a un centro médico para que evalúe nuestro estado de salud.
En lo referente a la ingesta, grandes cantidades de este producto pueden ocasionar serios daños en esófago, estómago y demás vías, y es recomendable no provocar el vómito ya que el camino de vuelta dañaría aún más nuestro organismo.
En cantidades muy pequeñas, el ácido fosfórico no se muestra perjudicial y por ello es usado en bebidas y como conservante, sin embargo, como señalamos anteriormente, algunos estudios revelan que esta sustancia podría ser perjudicial para nuestra salud a largo plazo.
Por otro lado, el ácido fosfórico cumple funciones positivas para nuestro organismo ya que aumenta la musculatura, sobre todo en personas débiles o de edad avanzada. Existen multitud de enfermedades que debilitan el sistema muscular del paciente, por lo que los médicos hacen uso de este elemento químico para compensar y devolver la fuerza a las zonas más debilitadas. Sin embargo, los problemas vienen cuando este producto es usado por personas que quieren potenciar sus músculos ya sea por estética o bien para competir a nivel profesional en determinados deportes o en el mundo del culturismo. El ácido ortofosfórico acelera en exceso el aumento muscular y esto no es bueno para nuestro cuerpo.
Ácido fosfórico y agricultura, aliados indispensables
El principal uso que el hombre ha encontrado al ácido fosfórico es el de fertilizante y abono. Se trata de un elemento que regula el ph de la tierra, actuando con especial eficacia en los momentos iniciales de nuestras plantaciones. Este compuesto químico potencia el enraizamiento y nutre de fósforo al terreno, elemento imprescindible para que la fotosíntesis se complete con éxito.
Este producto también asume otra función clave para el mundo agrícola, y es la de limpiar los goteros que riegan las plantaciones. Los sistemas de riego que vemos por el campo se obstruyen con facilidad debido a multitud de factores, por lo que es necesario usar diferentes productos químicos que ayuden a desatascar las vías. En ese contexto, el ácido fosfórico es indispensable y mejor elección que otros compuestos como el ácido sulfúrico, los cuales son demasiado agresivos.