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Causas externas:
–Medicamentos. Existen determinadas medicinas que están asociadas a los niveles altos de ácido úrico, por lo que es preciso jerarquizar y contrarrestar los efectos de los mismos.
–Alimentación inadecuada. Ya hablaremos más extensamente de este punto, pero la principal causa del aumento del ácido úrico es la ingesta de alimentos ricos en purinas, presentes sobre todo en mariscos, carnes rojas y bebidas azucaradas.
-La ingesta de alcohol es otra de las principales causas y de hecho la inmensa mayoría de personas que presentan problemas con la bebida, muestran también niveles altos de urea en sangre. Dichas personas suelen retener líquidos y tienen dificultados para que su organismo desarrolle la función diurética, por lo que la eliminación de las purinas a través de los riñones no se realiza de forma adecuada.
Otro factor a tener en cuenta es la edad, ya que casi el 5% de la población mundial mayor de 65 años presenta desórdenes en los niveles de ácido úrico. El envejecimiento entorpece la función renal y ello provoca hiperuricemia. Además, el sexo también cumple su función puesto que los hombres suele sufrir más problemas de este tipo que las mujeres, quizá debido a que hasta hace poco tiempo la vida de un varón adulta era más desordenada y menos saludable que la de las féminas. Esto, por supuesto, está cambiando con el paso del tiempo y las diferencias entre sexos son menores. Los problemas de urea también vienen provocados por factores hereditarios, y es que si tu padre y tu abuelo presentaron este tipo de dolencias, lo más lógico es que tú también las sufras, por lo que la tarea de prevención que debes realizar ha de ser aún mayor que la del resto de la población.
En definitiva, las causas que provocan este trastorno son muy diversas y es preciso controlarlas todas para que las desviaciones sean lo menos trascendentes posibles. Los niveles altos de ácido úrico no son fáciles de combatir, sin embargo tampoco resulta imposible rebajarlos y para ello es preciso realizar cambios sustanciales en nuestro día a día. Se trata de un proceso muy similar al de perder peso, que requiere constancia y esfuerzo diario. Muchas veces es necesario comenzar a notar los síntomas, como la dolorosa gota o los incómodos cálculos renales, para comenzar a actuar. Sin embargo, en dicho punto disminuir la tasa de urea en sangre será doblemente trabajoso y es preciso concienciar a la población de dicha situación.